Un Lepero iba por la calle y encuentra un espejito de cartera, lo levantó, se miró y dijo:
Coño... ¡Yo a ese tio lo conozco..!
Y se lo guardó en el bolsillos del pantalón.
De regreso a su casa, volvió a mirarse en el espejito y repitió:
-¡Joder! ¿De dónde conozco a ese tio...?
Al entrar a su casa, guardó el espejito en el bolsillo del pantalón.
Se sentó a la mesa del comedor.
Mientras la Josefa le servía la comida, el Lepero volvió a mirarse en el espejito.
¡Ostia!, que yo a ese tio lo conozco... creo que es el que se corta el pelo en frente mío.
Curiosa, Josefa le pregunta:
-Oye, Manolo... ¿qué tienes en la mano?
Nada importante, mujer. Y guardó nuevamente el espejito en el bolsillo del pantalón.
Terminada la cena el Lepero se fue a dormir, dejando el pantalón sobre la silla.
Josefa quedó intrigada, y una vez dormido su esposo, se acercó a la silla y retiró el espejito del bolsillo .... se miró en el mismo y dijo:
-¡Lo sabía!. ¡Una foto de mujer...! ¡¡Y qué cara de puta tiene la tia !!
Algo para reír un poco...
Hace 5 horas
4 comentarios:
Hola AL!! qué bueno el final, la pobre se merece verse así por ser chusma.
Besossss
Muy bueno, eso le pasa por curiosa, jaja.
Saluditos.
Ja,ja, pues menudo matrimonio. Dios los cria y ellos se juntan. Muy bueno...
Un abrazo
Gracias por pasaros siempre y dejar vuestra huella.
Un abrazo Gabriela Mª Luisa y Felix
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