Había un tipo que trabajó como un burro toda su vida, para acumular fortuna. Un día le dijo a su esposa: El día que me muera, quiero que me entierres con todo mi dinero. ¿Me lo prometes?
Al tiempo el tipo murió y después de la ceremonia antes de bajar el ataúd a la fosa la esposa dijo: Un momento, falta algo.
Tomó una cajita que traía en la mano, abrió el ataúd, y la puso adentro. Su mejor amiga, le dijo: No creo que hayas sido tan bruta, de haber cumplido la promesa....!!!
La leal esposa contestó: yo soy cristiana, y no podía romper la promesa a su última voluntad.
¿¿¿O sea que pusiste toda la plata ahí ??
Claro que sí... Cogí todo el dinero, lo conté, lo deposité en mi cuenta y le giré un cheque por la cantidad exacta.
.....Si el hijuep ... lo puede cambiar allá, que se la gaste.…
SINO SIGO GASTANDOLO YO.
Al tiempo el tipo murió y después de la ceremonia antes de bajar el ataúd a la fosa la esposa dijo: Un momento, falta algo.
Tomó una cajita que traía en la mano, abrió el ataúd, y la puso adentro. Su mejor amiga, le dijo: No creo que hayas sido tan bruta, de haber cumplido la promesa....!!!
La leal esposa contestó: yo soy cristiana, y no podía romper la promesa a su última voluntad.
¿¿¿O sea que pusiste toda la plata ahí ??
Claro que sí... Cogí todo el dinero, lo conté, lo deposité en mi cuenta y le giré un cheque por la cantidad exacta.
.....Si el hijuep ... lo puede cambiar allá, que se la gaste.…
SINO SIGO GASTANDOLO YO.