Cuatro madres católicas están tomando café y están hablando de lo importantes que son sus hijos.
La primera les dice a sus amigas:
-Mi hijo es un cura. Cuando entra en una habitación, la gente le llama: "Padre"
La segunda madre comenta:
-Mi hijo es un obispo. Cuando entra en una habitación, la gente le llama: "Su Excelencia"
La tercera dice toda orgullosa:
- No es que quiera daros envidia, pero mi hijo es un cardenal. Cuando entra en una habitación, la gente le dice: "Su Eminencia"
La cuarta madre sigue dando sorbos a su taza de café. Las otras la miran con cara interrogante. Entonces ella habla con voz suave:
-Mi hijo está como un tren, mide 1,90, es musculoso y hace striptease. Siempre que entra en una habitación la gente le dice: "¡Oh, Dios mio!"
-Mi hijo es un cura. Cuando entra en una habitación, la gente le llama: "Padre"
La segunda madre comenta:
-Mi hijo es un obispo. Cuando entra en una habitación, la gente le llama: "Su Excelencia"
La tercera dice toda orgullosa:
- No es que quiera daros envidia, pero mi hijo es un cardenal. Cuando entra en una habitación, la gente le dice: "Su Eminencia"
La cuarta madre sigue dando sorbos a su taza de café. Las otras la miran con cara interrogante. Entonces ella habla con voz suave:
-Mi hijo está como un tren, mide 1,90, es musculoso y hace striptease. Siempre que entra en una habitación la gente le dice: "¡Oh, Dios mio!"