Ríe siempre que puedas

Ríe siempre que puedas

"Haz que tu sonrisa cambie el mundo...Pero no dejes que el mundo cambie tu sonrisa."

Soríe, rie...

Soríe, rie...
Sonríe al mundo
Cuando sonríes liberas una hormona que lleva a tu mente un mensaje positivo, no lo olvides.
(Hellen Fisher)

Anda erguido, sonríe y haz que se pregunten cuál es el secreto que te hace reír
(Anónimo)

"Nunca dejes de sonreir, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa"

"Todos los botiquines de urgencia deberían incluir sentido del humor." (Anónimo)

La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano (Víctor Hugo)

Gente con sentido del humor:-)

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sábado, 23 de mayo de 2009

Epitafio. Aquí yace...


Al acabar el entierro de un conocido, a un hombre le llamó la atención una lápida que decía lo siguiente:
"Aquí yace Vicente,
que vivió cien años
y murió a los veinte".
Este hombre, sin entender muy bien que es lo que aquella frase quería decir, miró a ver si veía a alguien que se lo pudiera explicar. Mirando, mirando, vio al encargado del cementerio y fue directamente hacia él para ver si le podía explicar porque ponía aquello en esa lápida.
-Sí, por supuesto, lo escribí yo. Era un chico joven, de unos veinte años, al que un día le toco el gordo de la primitiva y empezó a salir con muchas chicas, luego se fue aficionando a toda clase de placeres, incluso a los prohibidos, cochazos, barcos donde practicaba sexo sin medida, viajes exóticos, noches sin fin, comilonas, bebida, preciosas chicas de lujo, finalmente llego a las drogas y a los veintitantos, murió quemado por la intensidad con que vivía su vida, pero vivió más que muchos en 100 años, por eso le escribí aquello.
-Hombre, eso está muy bien, ¿quien podría escribir algo así de original en mi lápida cuando fallezca?
-Yo mismo. Pero primero he de hacerle algunas preguntas.
-Muy bien, empiece. -¿Trabaja?
-Si, entro a la 7 de la mañana y no paro en todo el día, hasta que me acuesto a las 0:00 más o menos, aunque sin dejar de pensar en el negocio.
-¿Bebe? -No, no me gusta el alcohol.
-¿Sale con alguna chica? -No mi trabajo es muy importante y absorbe todo mi tiempo.
-¿Viaja, tiene aficiones, se da algún tipo de gusto? No, no me van esas cosas.
-¿Cuál es su nombre? Emeterio.
-"¡Muy bien!", exclamó el hombre, "ya tengo su inscripción". "¿Cuál es?" preguntó Emeterio.
AQUÍ YACE EMETERIO: “DEL COÑO DE SU MADRE DIRECTO AL CEMENTERIO”

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